Mi cuerda

Me pregunto si es absolutamente necesario tirar tanto de la cuerda.
La respuesta es no.
Desgastar mi humor, mi paciencia... no sugiero tanto.
Un día amanecerás parcialmente nublado.
Ese día no voy a tirar de tu cuerda.
Pero tampoco volveré a entenderte. De ninguna manera.
Terminaron los buenos modos y la diplomacia.
Cuando de aquel lado, agites la bandera blanca...
Notarás que por aquí, los tiempos de paz ya han terminado.

Cuando te fuiste?

Es enorme mi virtud de recordar hasta los mas mínimos detalles.
detalles de cualquier idiotez que me ocurre en la vida.
Me acuerdo de todos los cumpleaños sin tener que anotarlos.
Me acuerdo de las caras de personas que solo vi una vez.
Recuerdo las historias ajenas casi como propias.
Recuerdo todo. Casi todo. Casi todos sus detalles.
Hoy sin embargo recibí un cachetazo. Una injusticia de mi mente.
Recuerdo tu voz, tus tiempos al hablarme.
Te recuerdo caminando adelante mío, siempre.
Te recuerdo hasta cuando tambaleabas adelante mío.
Pero no recuerdo tu sonrisa, ni tu cara.
Que injusticia olvidarte de ese modo... como si no te extrañara.
Cada día que pasa, en las cosas que me ocurren...
volves a mi.... mucho mas presente que un recuerdo.
Me queda solo resignarme a que cada vez extraño mas.
Hay cosas que siempre voy a necesitar hablar.
Y te fuiste sin siquiera consultármelo.

En la oscuridad

Se rescinden los lazos, las cuerdas se cortan.
Se terminan historias. Se escribe otra historia.
Quedan varios renglones vacíos ahora.
Renglones y lugares.
No habrá nuevos sueños hasta que despierte.
Pero no logro despertarme de esta siesta.
Y es despótica es la necesidad de abrir tranqueras nuevas.
De arremeter contra mi propia opresión.
Me alcanzaron las cadenas, los cerrojos, y me quedo con todo lo que no debo.
Otra vez me siento a resolver en la oscuridad.Y esta vez no me rescates. Esta vez no voy volver.