Mi carcel

Marche presa un turno.
Compañía, apariencia, estabilidad, y hasta lo mas anhelado me ataron con cadenas.
Las abandone.
Comprendí que elijo ser libre. Y que debo hacerme cargo de ello ahora. limitarme, y conscientemente.
Dejar de descansar en mandatos y aprender a SER menos rígidamente.
Dejar de atarme a las formalidad tradicional... empezar a confiar en mi suerte.
En lo que me depare el destino.
Relegar lo místico y fiarme de los astros.
Desatender a los consejos y percibir los impulsos.
Nada de aquello lo encontré en una tienda de saldos.
Ser mi propia presa resulto oneroso.
Coexistir con tu propio motín cerebral y emocional es fuerte. Y es raro. Y es malo.
Extinguí la asonada... vuelvo a ser... elijo volver ser...
No intentes cerrar los candados por aqui, que ya no hay mas cadenas.

Por que esto?

Hasta cuando tendremos que soportar... incansablemente...entre otros, la histeria varonil, la homosexualizacion de la mirada masculina, la metro sexualidad que indigesta el paisaje.
Como es que alcanza tal inmadurez un tipo que ya excedió los 25 añitos y aun cree que vivir con su madre o ser solventado impunemente es una excelente opción.
Hasta cuando creerán que este destete tardío es algo normal.
O si lo es y mi desesperación por hallar algún ejemplar original, modesto, desalineado o simplemente estándar ; me impide afrontar esta realidad ingrata.
¿Que hicimos como mujeres para que la situación ahora nos amenace tan cruelmente?
¿Nos excedimos en sostenerlos en brazos? ¿En esconderlos en nuestras polleras? ¿En dejarles las partes del pollo que preferían?.En estos momentos me debato entre aceptar esta realidad posmoderna o seguir pensando en que los hombres de antes... no usaban gomina.