Paro agrario (politica para entendidas)

El paro del campo nos afecto severamente en nuestras vidas.
El “casi-desabastecimiento” había alcanzado hasta nuestras alacenas.
Esta vez había transgredido las góndolas.
Nos sentíamos desperadas. Desesperanzadas.
Algunas habían jurado volverse vegetarianas y todo.
Hacer su propia huerta en el cantero del fondo de casa.
Yo me niego a ello. Nada disfruto mas que un buen asado.
El viernes anunciaron el levantamiento del paro. Una tregua a nuestras góndolas.
El desabastecimiento había terminado.
Y las que juraron con verdura morir... mintieron.
No hay huerta en el fondo de casa. No nos gusta la soja.

Mejor lo olvido

Etílicos momentos que no recuerdo.
que recuerdo a medias.
O recuerdo en conveniencias.
La ebriedad en momentos de discordia no es adecuada.
No es buena camarada.
Absurdo subsiste el tiempo entre esos momentos que no recuerdo.
Y yacen inconscientes el tiempo y mi memoria.
Y cuando despierto de aquellas copas y recuerdo, pienso en que
Todo el amor no seria suficiente para disimular esta herida.
Y para que me despierto. Otra vez prefiero dormir.
Y otra vez yacen inconscientes el tiempo y mi memoria.

Demasiado no parece mucho

Demasiadas sonrisas y escasas devoluciones.
Como seguís cuando te erosionas?
Cuando te cansas de poner la otra mejilla?
Cuando quiero encontrar el limite; ahí, justo ahí me descubro.
Me redescubro en realidad y me enojo con mi misma.
Me hago cargo de lo mío y de lo ajeno.
Que injusticia para mi existencia.
Pero vuelve a ser mi culpa. Hacerme cargo parece ser adecuado. Y no puedo evitarlo.
Necesito otra sonrisa y no la encuentro, necesito una compensación. O una recompensa a las que encontraron antes de que pusiera mi otra mejilla.

Una excusa para mis líneas.

Alguien que quise mucho me pidió que no dejara de escribir, eso fue hace bastante, y supongo que a modo de represalia cerebral inconsciente deje de escribir. Pero me hizo mal. No necesite de mi analista para saber que necesitaba hacerlo de nuevo. Opte por este medio para lograr hacer masivo lo que siento, aunque en mi sea extraño. Y como manera de aprender a condecirme entre lo que siento, pienso y expreso.
Lamentare mucho, si de aquí en mas implico en líneas a alguna que otro mortal que este dentro de mi entorno mundano, pero les ofrezco el consuelo: “hay algo peor que el que hablen de nosotros y es que no lo hagan”. No se que surgirá de esto. Hoy sencillamente no estoy inspirada. Parcialmente nublada tiene otro día de chubascos y no me provoca un efecto novedoso. Otro día mas que salgo al mundo con paraguas. Me pongo mis lupas y miro al cielo... y ruego que hoy no lluevan piedras.